25.2.10

Soy yo la del error

tal vez sí soy yo la del error
tal vez soy yo la que provoca toda esta ingratitud de tu parte
tal vez soy yo quien comete el error, por amarte incondicionalmente
ya que siempre me aferro a esa idea ilusa e inocente de amar intensamente
ya que siempre me aferro una realidad incoherente
para mi lo más importante en la vida es ser feliz
y me convenzo de que mi amor incondicional a pesar de cualquier lágrima o equivocación superará todo y volverá realidad mi tan anhelado sueño, ser feliz cada día de mi vida.
pero, tal vez sí soy yo la que comete el error, no tú con tu amarga ingratitud
al final recuerdo como siempre, soy yo la que ha jurado amar incondicionalmente no los demás.
supongo que sí soy yo la que comete el error. y a pesar de casi cualquier prueba que me ponga el destino, me pongo en el camino dispuesta a recorrerlo, cueste lo que a mi me cueste,
y como siempre soy yo la que sacrifica algo, intento cada día convencerme de que vale la pena,
ya sea en ese momento o los que están por venir, así la esperanza y la buena voluntad no encontrarán día final.
no puedo negarlo, me lastima tu ingratitud y tus palabras iracundas hacia mis no intencionales acciones negativas. me disculpo e intento dialogar, me gritas que no justifique mis actos, no son justificaciones te digo, sé que he errado en el andar, más sin embargo jamás voy sin corregir el error o enmendarlo si no tiene solución. de igual manera no te interesa. no te culpo, como dije anteriormente soy yo la que juró ser incondicional, no tú.
tu soberbia me hace daño, no lo niego. más lo que realmente me lastima es mi tan estúpido corazón que a pesar de sentirse herido, ruega a Dios jamás perder el camino del amor, por que sigue convencido de que esa es la solución a todo. le grito que está mal, que con eso nunca he conseguido nada, solamente una larga lista de personas que he amado en la vida, le pregunto ¿Quién está aquí y ahora contigo?, ¿quién puedes asegurar fielmente que está pensando en ti en este momento?. no tiene respuesta que argumentar, y como tenerla si fue él el que les juró amor eterno e incondicional, y no así los demás.
aunque concientemente, lo único que puedo agradecer de momento de ofuzcación y tristeza, a causa de su tan amarga ingratitud, es la nostalgia que me provoca y que hace que pueda escribir como lo hago al día de hoy.
Fueron muchos los amores, fueron muchos los NO amantes, fueron muchos los amigos, fueron pocos los hermanos, y así se hace el camino, al andar, dicen por ahí.
fueron muchos a quienes amé, fueron pocos los que puedo asegurar que me quisieron, fueron montones los que sonrieron, fueron casi extintos los que permanecieron. y hoy, ¿qué hay detrás de mi?, solamente mis recuerdos, y mis inmortales promesas, a quienes se fueron, a quienes están y a los que vendrán.
y ahora corazón.... dime que hay para mi.